domingo, 22 de noviembre de 2009

"La libertad y el espacio" Abriendo ventanas "En un viaje por la libertad, orientarnos en el espacio para no ser desplazadas. Movernos por nosotras mismas". Necesitamos volver a orientarnos.

"La Libertad y el espacio" Abrir ventanas para vislumbrar espacios nuevos "El espacio toma importancia en cuanto a las relaciones de poder que se manifiestan en él" "Quien rompe, quien borda el manto terrestre, quien se enfrenta a los espacios siniestro, es una mujer" - Andrea Luquín Calvo - Un libro para leer: "Remedios Varo: El espacio y el exilio" Centro de Estudios sobre la mujer. Universidad de Alicante Autora: Andrea Luquín Calvo "La libertad y el espacio van unidos"
La libertad y el espacio son dos palabras que se necesitan, ambas hablan, la una de la otra. Lo he ido conociendo en la experiencia del día a día y me ha confirmado en ello al leer el libro, "Remedios Varo: el espacio y el exilio". Un ensayo de la escritora Andrea Luquín Calvo sobre la excelente pintora española Remedios Varo. Estudio que os recomiendo con fuerza. Conocer a la pintora Remedios Varo es conocernos mejor y quizás ayudarnos a encontrar ese espacio perdido en la Comunidad de Jesús y María de Nazaret del que muchas mujeres se encuentran exiliadas. Exiliadas de nuestra propia historia. Hoy somos viajeras en tránsito a la búsqueda de ese espacio perdido y, en la búsqueda, nos transformamos en energía y luz y somos el aún no que todos somos. Nos movemos por la raya del alba.
"Bordando el manto terrestre" - Remedios Varo -
"La huida" - Remedios Varo -
¿Cómo habitar el espacio de la Mesa de Jesús, la Mesa Eucarística, la Mesa Fraterna? El pensamiento masculino nos parece lógico debido a que los varones se han encargado con ahínco de hacerlo y durante dos milenios nos lo han enseñado así y a fuego. Nos parece Universal pero no lo es, solo es pensamiento de varones. Podemos aplicarlo al Sacerdocio Ordenado, situación que muchas personas ven lógica mas no tiene nada de lógica apropiarse de algo, apropiarse de lo que pertenece también a las mujeres que se sienten vocacionadas a ello. También el mundo es violento e injusto y nos parece lógico pero lo hemos hecho así, lo hemos construido sobre principios y valores injustos y violentos para la gran parte de la humanidad. Flaco favor hacemos al Dios-Amor de Jesús y María de Nazaret cuando afirmamos que Dios así lo quiere. Degradamos el Amor, lo convertimos en un dios de pacotilla que deja de ser Dios y utilizamos su nombre según nuestros intereses.
Cerezos en flor en Washington

El tiempo que vivimos es de ruptura, donde el espacio construido no ha significado el hogar esperado. El espacio construido por varones, el altar, dista mucho de aquella "mesa fraterna, compartida y festiva" que el Maestro de Galilea inició. El espacio construido ha resultado que no es "Buena Noticia" para la mujer.

En los primeros días del seguimiento a Jesús, en aquellos de su exaltación; las mujeres, sus amigas, se sintieron seguras y fueron ellas, las que siguiendo el ejemplo de su Maestro dado en hermano, construyeron al calor del amor una mesa grande y la llenaron con primor y abundancia. A ella se sentaban alegres y seguras; dentro del hogar, en su casa, un espacio confortable, interior pero al mismo tiempo abierto y amplio. Ellas se sentían dueñas de su libertad. Mujeres transformadas en luz y energía, viajeras llenas de creatividad en un viaje interior hacia sí mismas y exterior en lo geográfico. Ya decía Simone de Beauvoir en su libro El segundo sexo "No se nace mujer, sino que se hace". Ellas aprendían lo que es ser mujer, osaban a "volver a nacer" como el Maestro pidiera a Nicodemo. Se rebelaron contra la pasividad en que los varones las habían catalogado. Se convirtieron en artistas de su propia existencia.
Las mujeres quedaron extrañadas "extrañeza inquietante" (Sehelling) pues estando la "Mesa Fraterna" en su propia casa, íntima y familiar, espacio seguro y compartido, el varón las echó de forma violenta.: tú no sirves para ésto, tú mujer, Dios no te quiere aquí, este espacio sólo para mí.
El Espacio Eucarístico, la Mesa primorosa se convirtió en espacio prohibido e intransitable para ellas. La libertad acotada. El espacio transformado del totalitarismo, el altar, puso en evidencia cómo la razón y la lógica del varón no era "Buena Noticia" ni "Liberación" ni anuncio de la "Salvación" que Jesús había soñado para hombres y mujeres. La realidad de la "Mesa Fraterna" adquiría una realidad turbadora; lo familiar, lo seguro, lo lleno de ternura, amor y creatividad, de novedad, se mostraba oscuro: marginación. silencio, explotación, invisibilidad, luchas... Las relaciones armoniosas y equilibradas entre morada (casa de Dios, lugar seguro) y el espacio se vuelven hostiles, se rompen.
Ya Pablo de Tarso se escandalizo ante el Espacio Eucarístico y llegó a decir: "Esta no es la Mesa del Señor". Espacios donde narrar la historia de forma diferente. Espacios de donde no seamos exiliadas. "La Lettre" - Jean Beraud -
Volver a convertir el Espacio Eucarístico en nuestra casa, un trabajo por hacer entre hombres y mujeres. Un tema sobre el que reflexionar. "Construid vuestra casa sobre roca" decía Jesús y bien se puede aplicar también al Espacio Eucarístico, la Mesa Fraterna.
Quizás necesitamos más poetas en la Iglesia actual pues del poeta se dice: "Subir y bajar es la vida del poeta. El poeta une lo terrestre y lo aéreo" Soñar con una realidad de espacios nuevos y compartidos por hombres y mujeres.
"Cazadora de luz y energía" - Remedios Varo -
"Preparando la huida, la salida" (A la memoria de la pintora Remedios Varo)
Desde mi casa bordo un tapiz todo cuajado de flores; de estrellas, de magia, sorbos de vida llena. Caracolas de sonidos, aromas pasan por la nariz. La mirada asustada en barco me hace subir, ante el abandono sólo el viaje queda. Busco hilos para tejer identidad nueva, refugio en blancas paredes donde mejor lucir. Bordando, bordando, entre acompañada lectura, el viaje continúa, intimidad de dibujos llenan el exilio de la historia sin premura.
Y pájaros, alquimistas, torres, lunas..., acompañan el viaje dejando estela en vuelo. Otra historia comienza, como ninguna. ***

lunes, 1 de junio de 2009

Cenáculo Aventino

"Cenáculo Aventino"

- Círculo Intelectual de Roma -

- El Aventino -








Una de las siete colinas de la Roma antigua alberga un barrio residencial que domina el Tíber. El visitante podrá disfrutar del apacible encanto de sus jardines y villas con ventanas cerradas y la belleza de las iglesias paleocristianas. Desde la antigüedad todo romano sueña con retirarse a este lugar que debe su nombre a Aventino, un descendiente de Eneas que murió a causa de un rayo y que fue enterrado aquí.







La fuente de "La Bocca della Veritá" en el Aventido. Famosa por salir en las películas "Vacaciones en Roma" de Audrey Hepburn y "Sólo tú" de Marisa Tomei. En una de sus placas de marmol está grabado: "La verdad sale por la boca"














"Yo soy la verdad, el camino y la vida"  - Jesús de Nazaret -










 "...desbarata los planes de los soberbios derriba del trono a los poderosos a los hambrientos los colma de bienes..." - María de Nazaret -







Jerónimo de Estridón nace en Dalmacia hacia el año 340 y muere e Belén el 30 de Septiembre del año 420. Su nombre significa: El que tiene nombre consagrado. San Jerónimo, San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio Magno forman el grupo llamado "Padres de Occidente". De los cuatro es San Jerónimo el que mayores elogios dedica a las mujeres y el que se preocupa por su formación intelectual y tiene en cuenta sus conocimientos. Los nombres de estos ilustres varones de la Iglesia aparecen en todos los textos y son bien conocidos. Por el contrario, ilustres y eruditas damas cristianas no aparecen, las han "borrado del mapa". Procedente del desierto llega a Roma el joven ya maduro, Jerónimo. Llegó precedido de gran fama y como un héroe es recibido. La calles engalanadas, el suelo alfombrado de flores. Entre las autoridades y personas ilustres que salieron a recibirlo se encontraban aquellas que formaban el "Cenáculo Aventino".







Podemos decir en voz alta y con fuerza que el "Cenáculo Aventino" fue la Primera Escuela de Estudios Bíblicos de la Cristiandad. Este Círculo Intelectual de Roma estaba formado por damas nobles y eruditas de Roma. Jerónimo en sus escritos nos ha dejado sus nombres y sus altas cualidades intelectuales y humanitarias. Mujeres que partiendo del estudio y actuando como el Maestro de Nazaret pudieron decir con San Pablo: "Es Cristo quien vive en mí". Ellas fueron: Marcela, su hermana Asella y su madre Balbina. Paula y sus hijas Blesilia, Eustoquia y Paulina. Lea, Fabiola, Melania la Mayor, Marcelina, Feliciana, Principia y Sofronia.


En el palacio que Marcela tenía en el Aventino, su casa, crearon esta Escuela Bíblica. Fue Marcela la promotora y la que inicia el movimiento. Cuando Jerónimo llega ponen su Centro de Estudios a su servicio. Se dice con frecuencia que fueron alumnas de Jerónimo pero más bien fue al contrario, es Jerónimo quien se queda admirado de sus conocimientos y lo versadas en la Biblia que eran estas mujeres. Jerónimo contribuyó como estudioso también y docto en la materia a consolidar el grupo y extender su fama. Estas intelectuales dominaban perfectamente el Arameo, Griego y Hebreo, ellas fueron las que tradujeron la Biblia de dichas lenguas al Latín. Biblia conocida como la "Vulgata", del pueblo. Bien es cierto que la Ley impedía que ellas firmaran cualquier escrito, la palabra y letra de mujer no era tenida en cuenta. Jerónimo fue quien firmó la obra final. Quedó muy agradecido y en sus escritos plasmó la valía intelectual y humana de estas mujeres, su fortaleza y ejemplo de auténticas discípulas del Maestro de Nazaret.

En el saqueo de Roma por los godos, en el 410, la casa de Marcela fue saqueada y ella golpeada brutalmente hasta morir.

Jerónimo que por entonces ejercía de Secretario del Papa Dámaso, al morir éste, comienza a ser difamado y los comentarios a cerca da sus relaciones con la noble erudita Paula, hacen que tenga que huir de Roma.
Jerónimo se desplaza y se instala en Belén aquí le sigue Paula. Ella pone su dinero a disposición del Reino de Dios y funda un Monasterio. Es en este nuevo Centro de Estudio donde Jerónimo comenzó la copia de las traducciones hechas por las nobles damas del "Cenáculo Aventino" ayudado por Paula. Ella pagaba todos los pergaminos, tinta y el material necesario. Las nobles damas de Roma pusieron no sólo su intelecto en toda su persona, también su dinero.






Jerónimo escribió de ellas: "Hay gente que se ofende al ver vuestros nombres al comienzo de mis libros. Esta gente no sabe que mientras Barac temblaba, Débora salva a Israel; que Esther libró de padecer a los hijos de Dios. Pasé por alto en silencio a Ana, Isabel y otras tantas mujeres del Evangelio, humildes estrellas comparadas con la lumbrera María ¿Acaso no fue a las mujeres a quienes el Señor se apareció después de la Resurrección? Sí, y los hombres deberían ruborizarse por no haber visto lo que las mujeres habían hablado".


San Jerónimo sí se comportó como un auténtico caballero seguidor de Jesús y María de Nazaret. También él tiene un escrito defendiendo la pureza de María.


Jerónimo muestra gran interés por que las mujeres se cultiven en la Sagrada Escritura. En el 384 cuando Eustoquia (hija de Paula) contaba tan solo dieciséis años, le dedica un opúsculo. Le dice:
"Lee con mucha frecuencia y aprende lo más posible. Sorpréndate el sueño con el códice en la mano y caiga tu faz sobre la plana santa".




Mujeres cultas, audaces, intrépidas de fe, oración y amor al prójimo. Mujeres que supieron imponerse y suavizar el carácter apasionado, fogoso, imposible de San Jerónimo, su compañero espiritual.

Mujeres que no aparecen en los libros de texto, que no se enseñan en las Cátedras de Teología ni Ciencias Religiosas y Catequéticas. Mujeres silenciadas en la Historia de la Iglesia, historia de varones atrasados y bárbaros en la actualidad en lo referente a la mujer. Mujeres que no son conocidas por los futuros Sacerdotes en sus estudios en los Seminarios. Lo que no se conoce no se ama, igual que el Evangelio. Si no se conoce la verdadera Historia de la Iglesia, la que atañe a hombres y mujeres, no se podrá amar.

Durante varios siglos fueron mujeres amadas y respetadas por los cristianos, sus conocimientos y su buena praxis evangélica ensalzada. Después, el miedo y la envidia hacia la mujer hicieron que sus voces se apagaran. Con ello la Iglesia pierde parte de su riqueza intelectual, moral y evangélica.

¿Cómo es posible tales olvidos en pleno siglo XXI?
A San Jerónimo se le enterró al lado de sus amadas en Cristo Paula y Eustoquia en la Iglesia de la Natividad en Belén. Más tarde sus restos se trasladaron a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. A ellas se las dejó en el mismo lugar. A Jerónimo no le hubiera gustado esta separación.

"Leer la escritura es conversar con Dios. Si oras, hablas con el esposo; si lees, es él quien te habla"
- San Jerónimo -


http://es.wikipedia.org/wiki/Jer%C3%B3nimo_de_Estrid%C3%B3n En esta página encontrarás más referencias de San Jerónimo así como de su obra escrita.

viernes, 27 de marzo de 2009

Los lirios del campo. Sanar

"Los lirios del campo"
"Persona sanas"

"¡Cuánto más valéis vosotros que los pájaros!.... Fijaos cómo crecen los lirios del campo". Jesús de Nazaret

Si habláramos de estar en “plena forma”, de ser "personas sanas" con una autoestima alta que nos lleve por la vida firmes y seguros, tendríamos que hablar de los lirios del campo como lo hizo Jesús de Nazaret ante unas gentes: inseguras, atemorizadas, desalentadas, cansadas, perdidas, marginadas, agobiadas por estructuras sociales-político-religiosas… llenas de estrés, diríamos hoy, con la consecuencia de patologías variadas. Personas enfermas.

Jesús de Nazaret, Maestro de Vida, enseña qué hacer para ser “humanos” para irnos transformando en personas que transparenten su humanidad.
Enseña el camino a seguir según el tiempo, el lugar y aquello que a cada ser humano le toca vivir para ser “feliz”. "Yo soy el camino, la verdad y la vida" decía con frecuencia. Uno mismo, descubriendo su interioridad, las verdades que encierra puede llegar a ser principal sanador de sus enfermedades.
Jesús enseña la belleza que encierra cada persona y como tiene luz propia para alumbrar y no esconderla.
Enseña el Amor que nos habita, que acampa en nuestro interior dándole el nombre de Dios. Una Divinidad que nos ama inmensamente y hay que dejar ver.
El Maestro de Galilea nos habla de los lirios del campo con toda su belleza natural. Crecen espontáneamente, en armonía con el medio que les rodea. Extienden su belleza aún sin saberlo. Recrean su variedad cromática porque sí, sin un objetivo concreto. Sólo la hermosura de la manera más natural y elegante. Embellecen el paisaje con una alfombra de múltiples colores. Los lirios del campo están conectados al Universo, encajan a la perfección en el lugar donde se encuentran. Jesús habla de ellos como ejemplo para que el ser humano pueda mirarse en ellos y aprender. El ser humano, la persona es todavía más valiosa dice Jesús de Nazaret. La aceptación de sí misma como algo natural, llena de belleza y en el lugar adecuado; el Planeta Tierra, el Universo en perfecta armonía. Se manifestará, a nivel físico, en forma de Salud Corporal. Salud total o integral (mental, emocional, espiritual). El aceptarnos como seres inmensamente bellos y valiosos será Principio de Sanación.
Jesús de Nazaret nos habla de un Dios que según palabras del Teólogo, Jairo del Agua: "¡Me adhiero al Padre revelado por Jesús en la parábola del hijo pródigo! ¡Creo en el Dios Amor que no necesita para perdonar ni pagadores, ni justificadores, ni expiaciones, ni holocaustos, ni sacrificios!
Mi Dios es fina lluvia templada que se derrama constantemente sobre sus sedientas criaturas. Es el calor que necesita mi piel, la luz que ansían mis ojos, la música que sosiega e inunda mi ser. Es el perfumado horizonte de flores que busca mi corazón. Es la Felicidad plena que creó al hombre para hacerle partícipe de su felicidad. Es pura Gratuidad que no espera respuesta, sólo anhela que su regalo haga feliz al otro. No hay precios que pagar, no hay expiaciones que colmar. "
Así podremos sentirnos como los lirios del campo; cuando miremos y sintamos, cuando de verdad creamos en el Dios de Jesús y no nos dejemos engañar por cantos de sirenas por muy importantes y acreditados que sean. María de Nazaret pudo recitar aquellas palabras transmitidas por la tradición de “las pobres de Yahvé (El Magnificat) porque había depositado toda su confianza en este Dios maternal que abraza y alienta en las situaciones más difíciles. Un Dios que sana con su palabra.

sábado, 7 de marzo de 2009

La Belleza de "Cuidar a la Humanidad"

"Cuidar a la Humanidad"
"La Belleza del acto de "Cuidar" una obra llena de "Sabiduría" Durante muchos siglos la función y tarea de “Cuidar” fue asignada a la mujer. La Cultura Patriarcal lleva implícito (sin estar escrito en ningún código) que la mujer es la encargada de aplicar “Cuidados” en la familia y más adelante en su proyección al hospital como continuación de la casa, espacio interior y privado. La oficialidad no quiere decir que sea regla aplicable para todos y nos encontramos con varones que saltándose esa oficialidad y con una mente más avanzada se dan cuenta (despiertan) que “Cuidar” es tarea tanto de hombres como de mujeres. Siempre la Humanidad necesitó de “Cuidados” ya fueran dentro del ámbito familiar o en lugares fuera de él habilitados para reunir enfermos y, dar lo que llamamos “Cuidados Profesionales”. Hoy en día como en otros tiempos, se aplican las técnicas más avanzadas en los “Cuidados” paro también: la ternura, el detalle, la minuciosidad, el arte, la paciencia, el saber escuchar… El conocimiento y estudio del “otro”, junto con el entorno que le rodea, forman parte de esos “Cuidados”. Ejemplos en la historia de mujeres que se dedicaron a “Cuidar a la Humanidad” no tendríamos espacio suficiente para reunirlas pues cada mujer aprendía desde la más tierna infancia a “Cuidar” a los demás y especialmente se la preparaba para “Cuidar” a los que reuniría en su futura casa. De Matronas, Médicos y Enfermeras está la historia llena, aplicándoles diferentes nombres según la Cultura y el lugar donde se desarrollaron. Unas reconocidas oficialmente y siendo muy queridas por la sociedad en que se movían. Otras ejerciendo clandestinamente por la dureza y violencia que la Cultura Patriarcal extiende sobre la mujer. No hablaré en este espacio de ellas y sí lo haré de un varón, osado y avanzado en su tiempo, alguien que paseó la belleza de los “Cuidados” y fue ejemplo para otros varones que siguieron la obra iniciada por él. En el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora” rindo mi pequeño homenaje a un gran varón : San Juan de Dios, El Santo de Granada. Lo elijo por diferentes motivos:
1.- En primer lugar por haber nacido y haber muerto un ocho (8) de Marzo. 2.- En segundo lugar por haber elegido dedicarse a “Cuidar a la Humanidad” tarea, en su tiempo, encomendada a la mujer.
3.- En tercer lugar por haber sido un joven que cambió varias veces de actividad, de trabajo, algo común en nuestros jóvenes actuales. Un trabajo detrás de otro hasta que encuentran el apropiado para cada uno. Juan de Dios nace en Portugal un ocho (8) de Marzo de 1495 y muere un ocho (8) de marzo de 1550 a la edad de cincuenta y cinco años (55). Su madre murió cuando él era todavía joven. Su padre murió como religioso en un convento.
Juan, su nombre ya nos remite a bondad y emoción, a sensibilidad. Un varón bondadoso que se emocionaba y se le “removían las entrañas” cuando veía enfermos abandonados por las calles y como la gente se apartaba de ellos. A enfermos mentales siendo maltratados. En su interior resonaban ecos de aquel Maestro de Nazaret llamado Jesús.
Juan tuvo varios oficios antes de llegar al que estaba llamado.
En su juventud fue pastor, muy apreciado por el dueño de la finca donde trabajaba. Le propusieron que se casara con la hija del patrón y así quedaría como heredero de aquellas posesiones, pero él dispuso permanecer libre de compromisos económicos y caseros.
Estuvo de soldado con el rey Carlos V en batallas muy famosas. La vida militar lo hizo fuerte, resistente y sufrido. La Virgen lo salvó de ser ahorcado, pues una vez lo pusieron en la guerra a cuidar un gran depósito y por no haber estado lo suficientemente alerta, los enemigos se llevaron todo. Su coronel dispuso mandarlo ahorcar, pero Juan se encomendó con toda fe a la Madre de Dios y logró que le perdonaran la vida. Dejó la milicia, no era muy acto para ella.
Fue después vendedor ambulante de estampas y libros religiosos.
Cuando iba llegando a la ciudad de Granada vio a un niño muy pobre y necesitado, se ofreció bondadosamente a ayudarlo. Aquel "pobrecito" para Juan era la representación de Jesús Niño, el cual le dijo: "Granada será tu cruz", y desapareció.
Estando Juan en Granada de vendedor ambulante de libros religiosos, oyó predicar al famoso San Juan de Ávila. Juan asistió a uno de sus elocuentes sermones, y en pleno sermón, cuando el predicador hablaba contra la vida de pecado, nuestro hombre se arrodillo y empezó a gritar: "Misericordia Señor, que soy un pecador", y salió gritando por las calles, pidiendo perdón a Dios. Tenía unos 40 años.
Juan repartió entre los pobres todo lo que tenía en su pequeña librería, empezó a deambular por las calles de la ciudad pidiendo misericordia a Dios por todos sus pecados. La gente lo creyó loco y empezaron a atacarlo a pedradas y golpes.
Al fin lo llevaron al manicomio y los encargados le dieron fuertes palizas, pues ese era el medio que tenían en aquel tiempo para calmar a los locos: azotarlos fuertemente. Pero ellos notaban que Juan no se disgustaba por los azotes que le daban, sino que lo ofrecía todo a Dios. Pero al mismo tiempo corregía a los guardias y les llamaba la atención por el modo tan brutal que tenían de tratar a los pobres enfermos.
La estancia de Juan en ese manicomio, que era un verdadero infierno, fue verdaderamente providencial, porque se dio cuenta del gran error que es pretender curar las enfermedades mentales con métodos de tortura. Cuando queda libre fundará un hospital, y allí, aunque él sabe poco de medicina, demostrará que él es mucho mejor que los médicos, sobre todo en lo relativo a las enfermedades mentales, y enseñará con su ejemplo que a ciertos enfermos hay que curarles atendiendo a sus necesidades de manera integral, toda la persona.
Juan alquila una casa vieja y allí empieza a recibir a cualquier enfermo, mendigo, loco, anciano, huérfano y desamparado que le pida su ayuda. Durante todo el día atiende a cada uno con el más exquisito cariño, haciendo de enfermero, cocinero, barrendero, mandadero, padre, amigo y hermano de todos. Por la noche se va por la calle pidiendo limosnas para sus pobres. Pronto se hizo popular en toda Granada.
El Obispo, admirado por la gran obra de caridad que Juan estaba haciendo, le añadió dos palabras a su nombre de pila, y empezó a llamarlo "Juan de Dios", y así lo llamó toda la gente en adelante.
En la actualidad los Religiosos que siguen su obra atienden enfermos mentales en todos los continentes y con grandes y maravillosos resultados, empleando siempre los métodos de la bondad, el cariño y la comprensión al lado de las técnicas más avanzadas en Psiquiatría.
Parece casualidad, coincidencia que este varón, San Juan de Dios que ejerció tareas asignadas por la sociedad en la que vivió a mujeres, naciera y muriera un ocho (8) de Marzo, “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”. Una lo llama Providencia Divina aunque también podríamos ver su persona y obra como Profecía. Alguien que anuncia igualdad entre hombres y mujeres en la dedicación a la hermosa tarea de “Cuidar a la Humanidad”. Alguien que denuncia el maltrato a los enfermos mentales.
San Juan de Dios es el Patrón de los Profesionales de la Enfermería por haberse dedicado a "Cuidar" Profesionalmente colaborando en el avance de los "Cuidados de Enfermería". También del Cuerpo de bomberos por salvar a varios enfermos de un incendio en el hospital en que trabajaba, arriesgando su propia vida.
Juan de Dios se aferró al pensar y actuar de Jesús de Nazaret “Todo lo que hicisteis con cada uno de estos mis hermanos enfermos, conmigo lo hicisteis" (Mt 25, 40)

viernes, 23 de enero de 2009

La Profeta Julda (Jeremías)

La Profeta Julda Conocida también como "Profeta de los Paganos"
Hoy quiero hablaros de una mujer extraordinaria cuya experiencia quedó impresa por la palabra escrita en el Antiguo Testamento. Se trata de la Profeta Julda más conocida por el nombre de Jeremías. Su ocultamiento y el poco conocimiento que la gran mayoría de Cristianos tenemos de la Biblia incluidos religiosas, religiosos y sacerdotes hacen que sea una mujer desconocida y extraña.
Julda nace hacia el año 650 a. de. C. en una aldea situada a unos cinco kilómetros al norte de Jerusalén, Anatot. Su padre era el Sacerdote Jelcías perteneciente a la familia de los benjaminitas. Es la única Profeta cuya presencia quedó registrada durante el período monárquico de Israel. La tradición Deuteronomista proviene de la interpretación de esta mujer. Un grupo de “Ancianos” del pueblo busca en ella sabios consejos. Sus escritos se los debemos a su Secretario Baruc que transmitió la enseñanza vivida por esta mujer excepcional. Cuando Baruc entrega su escrito a los Doctores de la Ley de Judá, lo engañan y éstos cambian el nombre de la Profeta por el de un varón, de la tribu de Benjamín como lo era ella. Julda tiene parecidos teológicos y literarios con el Profeta Oseas por desarrollar ambos su Misión Profética en la tierra de Benjamín, al norte de Jerusalén.
Dicen que la Profeta Julda (Jeremías) fue en la antigüedad la que más se asemejó a Jesús de Nazaret en sus sufrimientos y en ser incomprendida y perseguida.
Cuando todas sus profecías se hubieron cumplido se dieron cuenta de que sí había hablado en nombre de Dios. Lástima que lo reconocieran cuando ya era demasiado tarde. No es de extrañar pues a su condición de Profeta se le une la de Mujer, doblemente marginada.
Llamada de Dios a Julda Corría el año 627. Julda tenía alrededor de 23 años. Ella misma nos cuenta como fue llamada por Dios. Lo hace al principio de sus escritos.
El Señor me habló así:
“Antes de formarte en el vientre te conocí”. (Conocer implica amar) “Antes que salieses del seno materno te consagré”. (Consagrar implica la elección de Julda para la Misión Profética por parte de Dios). Son expresiones muy utilizadas por la mujer: vientre, seno materno, útero… Relacionadas con un Dios como fuente de vida.
Sigue diciéndole Dios: “ Te constituí profeta de los paganos”
“El Señor alargó su mano y tocó mi boca”. (Es el gesto externo para indicar la vocación interna. Gesto que indica la investidura profética). “Mira, yo pongo mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes…" Julda, como cualquiera de nosotras, “DESPIERTA”, toma conciencia, se da cuenta de la vocación que siente y hacia la que su Interioridad la llama de forma insistente, viene desde hace tiempo. A Julda lleva Dios preparándola para la Misión Profética aún sin ella saberlo. Dios la va preparando para anunciar la restauración del Nuevo Israel y la Nueva Alianza. Ella anuncia ya la obra del Mesías.
Julda escucha la llamada de Dios en su vida cotidiana, en la soledad de la aldea de Anatot. Un viejo molino, almendros en flor y acequias de agua cantarina acompañan la voz interior de un gran Amor.
Julda es una joven muy unida a su Dios. No se asusta, ni le extraña la voz de Dios que más bien era conocida y familiar. Julda está acostumbrada a tratar con Dios a diario. Entre los dos existe una relación íntima. Ella es algo tímida y prudente en un principio pero firme y segura.
Julda responde a Dios:
“Ay, mira que no sé hablar, (no soy elocuente) que sólo soy una muchacha”
El Señor contestó: - No digas que eres una muchacha, que a donde yo te envíe irás; lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte. - Oráculo del Señor - Julda experimentaba ya, a pesar de su juventud lo que era ser mujer, la marginación y carga que conllevaba. De ahí le hace ver a Dios que ella es una muchacha. Ser mujer, un condicionamiento para la sociedad en que vive Julda. Pero Dios reacciona con fuerza: ¡No digas que eres una muchacha! ¡No les tengas miedo, yo estoy contigo! La Fuerza de del Amor de Dios impulsa, eleva y reafirma la autoestima. Para Dios no hay problema ¿Qué importa ser mujer si yo te envío? Julda se deja seducir y ante la insistencia de quien sabe la ama intensamente, se abandona. En sus “Confesiones”, en un momento de arrebato íntimo dice: “Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste, me violaste. Yo era el hazmerreir todo el día, todos se burlaban de mí”.
Julda crea e inicia un nuevo Estilo Literario: “Las Confesiones” tan utilizado posteriormente por otros cristianos de renombre.
En otro momento de cansancio y hartura por las vejaciones y humillaciones sufridas, por no ser escuchada su voz confiesa: “No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre. Pero lo sentía dentro como fuego ardiente encerrado en los huesos”.
“Mis amigos acechan mi traspié: A ver si se deja seducir, la violamos y nos vengaremos de él.
Pero el Señor está conmigo como fiero soldado”.
“¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste!...
Sigue Julda diciendo. EL Señor me ha dicho:
"Oigo un grito como de parturienta, sollozos como en el primer parto” Sólo la experiencia de una mujer Profeta como Julda puede hablar en estos términos. En momentos de desesperación y cansancio pero llena de fe y seguridad grita Julda a su Amado: Sáname, Señor, y quedaré sana; Sálvame y quedaré salvada; para ti mi alabanza. No me hagas temblar, tú eres mi refugio en la desgracia.
Todo el anuncio profético de Julda está ambientado en la vida y costumbres de su aldea natal, Anatot. Las fiestas llenas de música de tambores y cítaras, los bailes, las bodas, los huertos y su cultivo, los almendros cuajados de flores, árbol al que se le aplicaba el calificativo de “vigilante” por su temprana floración. Las aves en sus desplazamientos migratorios, las relaciones de vecindad entre los campesinos, la camella en celo, el trigo, el aceite, el vino, el tiempo de las conservas, el paisaje del desierto de Judá, las montañas que rodean esta tierra… Julda contemplaba la belleza y maravillas de la Creación salida de un Dios que ella conocía como: “Justo y liberador, como fiero soldado a su lado para defenderla” Julda, rebosa y se recrea en el Amor de Dios: “Tu Palabra era mi gozo y mi alegría íntima” Julda utiliza lo que ve y usa en el día a día: la loza de la vajilla, el cinturón de lino, el barro del alfarero, las puertas del templo… El Señor me dijo: Ponte a la puerta del templo y proclama allí mi palabra” “Ve, cómprate un cinturón de lino y póntelo a la cintura” “Vete a comprar una jarra de loza…” “Baja al taller del alfarero. Allí te comunicaré mi palabra” Como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mis manos” (El Señor es el alfarero) Dios le habla desde su experiencia cotidiana igual que a nosotras, cada una según lo que vive en el tiempo y lugar. Su relación con el Amor Interior es un diálogo con el Amado, oración personal y genuina. Toda la ambientación profética de Julda no puede ser ni estar más cerca de experiencias por las que pasamos muchas mujeres a lo largo de la historia y en la actualidad. No se detiene ante nada, osada proclama ante reyes lo que le oye a su Dios: “Practicad la justicia y el derecho. Librad al oprimido del opresor, no explotéis al emigrante, al huérfano y a la viuda, no derraméis sangre inocente en este lugar” A los Pastores del Pueblo que la perseguían y no querían oír su voz por despreciarla les dice: “¡Ay de los Pastores que dispersan y extravían las ovejas de mi rebaño!” Conocía bien como pensaba el Dios que le “quemaba los huesos” Como era de esperar Julda murió apedreada. Es de agradecer a su Secretario Baruc que hiciera de amanuense y dejara los escritos de Julda para la posteridad. Lástima que el engaño que sufrió por los más detractores de la mujer, nos la enmascarara durante tantos siglos. El Museo de Londres hace una exposición de reminiscencias bíblicas en la que saca a a la luz una tablilla que demuestra la veracidad de un relato expuesto en el libro del Profeta Jeremías. "Tablillas del libro de la Profeta Julda"
En esta página encontraréis más información sobre la Profeta Julda y sus escritos. Encontraréis referencias de ella en la Biblia en el libro de Jeremías y en el libro Segundo de los Reyes.

lunes, 19 de enero de 2009

Una llamada al AMOR

Maestro ¿Dónde vives? - Venid y lo veréis (Jn 1, 39)
Con esta pregunta y respuesta nos habla el Evangelista Juan del recuerdo que tenía vivo en su mente de aquel día en que el Maestro de Nazaret se acercó y entabló conversación con él y su amigo Andrés. No lo había olvidado a pesar del tiempo transcurrido. Recordaba hasta la hora en que aconteció, "las cuatro de la tarde". Lo acompañaron, vieron donde vivía y se quedaron con él. Después Andrés habló con su hermano Simón y se lo presentó al Rabí de Nazaret.
A este encuentro de Jesús, joven Maestro, con otros jóvenes pescadores a orillas del lago de Galilea, le ponemos el nombre de "Llamada", "Vocación", "Conversión". Un encuentro que bien podría ser el de cualquiera de los jóvenes actuales en los lugares más frecuentados por ellos. Sencillo, natural preguntándose entre ellos: ¿Dónde vives? De ese encuentro surge una relación que comienza por la acogida de los jóvenes en el equipo de trabajo que el Maestro de Nazaret estaba formando. El contacto personal, el boca a boca, es como Jesús inicia la relación con los componentes del grupo que trabajarían para difundir su obra. Algunos ya venían de ser discípulos de otro afamado Maestro, el Profeta del desierto Juan el "Bautista". El "Bautista" les había hablado de Jesús y les había recomendado a tal Maestro. Muchos maestros itinerantes proliferaban por Palestina. El encuentro con la "Buena Noticia" de Jesús surge por medio de personas, Apóstoles que hablan del Maestro de Nazaret y su obra, hace dos mil años y en la actualidad. Siempre se nos relata estos "encuentros", "llamada vocacional", "llamada de Dios"... de Jesús de Nazaret a los varones pero nunca se nos dice cómo el Maestro llamó o encontró a las mujeres. En la antigüedad las mujeres difícilmente escribían, una ley lo impedía, ni tan siquiera podían firmar, todo lo referente a la escritura estaba en manos de varones y varones muy privilegiados. Ser Amanuense era un oficio. Los evangelistas y primeros autores que escriben la "Buena Noticia de Jesús" y textos sobre su persona cuentan la experiencia de ellos, cómo el Maestro los llamó a ellos, y no piensan en contar la de las mujeres. Ellas no cuentan, para ellos no tienen experiencias, son prácticamente invisibles en estas cuestiones. El superego y prepotencia de los varones impide ver y conocer que las mujeres también experimentan, sienten, piensan, observan... Ya sabemos que la soberbia es producto de la ignorancia, ignorancia querida, aceptada y sostenida en el tema de varones y su referencia con el saber, experimentar, sentimientos, emociones de las mujeres. Aún así en sus escritos se les escapan pequeños detalles que dejan traslucir lo que las mujeres podían hacer, sentir y experimentar. Trabajo de la Sabiduría de un Espíritu que actúa como Providencia Divina, que está pendiente de todo, lapsus que dejan ver la inspiración amorosa de la Ternura de Dios que sostiene a las mujeres. Uno de esos lapsus o despistes, lapsus afortunados es cuando escriben:
"Las mujeres le seguían desde el principio" "Las mujeres estaban con él desde Galilea" Por este pequeño detalle y algunos otros sabemos que las mujeres están con Jesús antes que ellos. Cuando los varones llegaron, ellas ya formaban parte del "Equipo del Maestro galileo". Ellas ya eran discípulas de Jesús y anunciaban el Reino de Dios junto al Maestro.
El plan del Maestro de Nazaret era dar a conocer el Amor de Dios hacia la humanidad, su Ternura, Misericordia y Compasión. Hablar de un Dios lleno de Bondad que quiere desmesuradamente a la humanidad y desea hacerla brillar en todo su esplendor. Un Dios que quiere sacar de la oscuridad a los más pobres y marginados a los que ignoran otros y despechan por considerarlos escoria. Jesús sabía bien la forma de amar de las mujeres y por ello quiso comenzar su obra con ellas, igual que en un principio lo hiciera el Dios fuente de la vida.
Cuando aquellos jóvenes pescadores llegaron al lugar donde vivía Jesús, el Maestro recomendado por el Profeta Juan, fueron recibidos por las mujeres. Ellas, de la manera más natural, como expertas en la materia les darían a conocer el Plan Pedagógico de Jesús, las Estrategias de su Misión, la Actividad Sanadora y el Amor que derrochaba Jesús con las personas que se le acercaban. Mujeres evangelizadoras de aquellos varones. Información "a priori" e "in situ", "puesta al día", plan educativo, estrategias pedagógicas... , como queramos llamarle en el lenguaje actual. Mujeres pioneras en contagiar el mensaje de Jesús a unos varones algo escépticos y desmoralizados en su fe judía y en el seguimiento a otros maestros. Varones judíos cansados te tanto oír decir Muéstrame tu rostro, Señor!" que con tanta frecuencia repetían los más fervorosos de su Pueblo. Jesús les mostraba el rostro de ese Dios que sentían su "presencia" pero no veían. El Maestro de Nazaret se atrevía a decir con todo descaro y escándalo: "Quién me ve a mí, ve al Padre". Ésto sí que era novedad para aquellos jóvenes rebeldes y en desacuerdo con sus mayores.
De todo esto nadie nos habla, las homilías siguen olvidando a la mujer y lo más grave siguen poniendo murallas a la llamada del Maestro de Nazaret, llamada al AMOR que fue hecha en primer lugar a las mujeres y respondieron con creces. No es de extrañar que Jesús Triunfante, Exaltado, Resucitado por el DIOS DE LA VIDA encomendara a María Magdalena la Misión de dar la "Buena Noticia a sus hermanos". El Maestro conocía bien el buen hacer de ellas, se lo habían demostrado desde el principio al final.
Hemos aprendido de memoria la lista de varones que fueron incorporados al grupo del Maestro de Nazaret. Conocemos sus nombres, siglo tras siglo, los varones se han encargado muy bien de que la conociéramos y aprendiéramos pero no nos sabemos la lista de mujeres, nadie nos la enseña, pasa por invisible. María Magdalena, Juana, Susana, Salomé, María y Marta de Betania, María la mujer de Cleofás, la madre de los hijos de Zebedeo, y otras muchas... Será necesario que también aprendamos la lista de mujeres y las grabemos en la mente y el corazón para que podamos dejar a estas mujeres en el lugar que les corresponde. Mujeres ilustres y notables que han quedado grabadas en el Evangelio, en la Palabra de Dios hecha mujer.
La Mujer de Samaria; sin nombre, anónima como tantas mujeres del Evangelio y que nosotros conocemos como "La Samaritana" utilizó las mismas palabras de Jesús cuando habló de él a sus paisanos de Samaria "Venid y veréis un hombre que me ha dicho..." Ella fue la sembradora de la semilla evangélica en su tierra. La Iglesia oficial siempre nos presentó a Felipe como el evangelizador de Samaria pero cuando el apóstol llegó la siembra había sido ya realizada por La Samaritana y por el propio Jesús. Felipe sólo tuvo que recoger el fruto y la fama. Hoy sigue pasando lo mismo, infinidad de mujeres con nombre y apellido siembran, son anónimas para el resto de los cristianos para la Iglesia y otros son los que recogen el fruto y los honores. La llamada a los habitantes de la tierra de Samaria fue hecha por una mujer que quedó cautivada por el Maestro de Nazaret.
Teresa de Calcuta, una gran mujer de nuestro tiempo, cuenta como fue llamada por Jesús de la manera más sencilla: "Iba en el tren... Él me llamó y yo dije SÍ. Así de simple, con la elegancia que caracteriza a muchas mujeres, como aquellas primeras que partieron con Jesús desde el pequeño pueblo de Nazaret. Aquellos primeros Padres de la Iglesia tan griegos, tan romanos, tan aristotélicos, tan platonianos, tan sabios, tan importantes pero muy alejados del Maestro de Nazaret y su sintonía con las mujeres se olvidaron de ellas, las relegaron a tareas en beneficio de ellos. Es triste y pobre que continuemos cometiendo los mismos errores. Enseñar a amar para "Cuidar" a la humanidad, para sanarla y que pueda lucir en todo su esplendor precisa de la bondad de hombres y mujeres llenos de generosidad y buen hacer. Sólo así podremos mostrar la ternura de un Dios que nos ama inmensamente y nos llena de fuerza para la vida auténtica, la que nos hace verdaderamente felices, la que nos salva. "Sembrar semillas de amor para que otros puedan recoger el fruto". Los "Sembradores", mujeres y hombres.
En palabras del Vaticano II:
"por lo que respecta a los derechos fundamentales de la persona, hay que superar y erradicar como contrarios al designio de Dios todo tipo de discriminaciones, sean sociales o culturales, estén basadas en el sexo, la raza, el color, la condición social, el lenguaje o la religión" (GS 29).
Este Artículo del Concilio puede ser una ventan abierta a la Esperanza para las mujeres en la Iglesia.