En el pozo del Amor
En el pozo de Jacob,
en el borde,
un extranjero se sentó.
Como Jacob hablara a Raquel,
de amor,
y sin sombra,
a la hora de la Verdad,
Jesús a la samaritana
esperó.
En el pozo del Amor
Jesús con la mujer se encontró.
Cinco dioses y no te importó,
sólo comprensión.
Me llamaste “Mujer”
ya me conocías sin yo saberlo.
Sólo tú
“hombre entre los hombres”
sólo tú sabes ver.
Dame de beber, tengo sed de ti,
yo también agua te daré
¡Ven a mí, Mujer!
Todo se hace luz.
“Yo soy, quien habla contigo”.
“Soy quien soy”.
En el pozo del Amor
la luz se encendió,
el espíritu, la santidad encontró.
¡Bello aguador!
Ya no tengo sed,
mi cántaro aquí dejo.
Ya soy tierra en el cielo,
tierra buena para sembrar,
flor pura.
Cosecha preparada para recolectar,
saciados quedaremos,
no habrá secretos.
¡Rica segadora!
¡Dulce sembradora!
¡Toda pureza!
Condúcenos al pozo
al contacto con el aguador
¡Hermoso Salvador!
Para entrar en Samaria,
en el pozo del Amor,
en el borde,
un Maestro llamado Jesús
con la mujer se encontró,
encuentro sabroso de Amor
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"La lectura como un acto creativo de interpretación y reinterpretación del mensaje del autor. Muchas de las obras literarias más admiradas de la historia contienen, precisamente una sorprendente variedad de significados y de matices que varían según el lector"
"Como se escribe sobre una lectura"
- Editorial Alba -
Esta manera de ver la lectura se puede aplicar a los textos bíblicos. El Evangelio siempre ha sido interpetado por personas masculinas y del estamento sacerdotal. Quizás por ello tenemos todavía una riqueza por descubrir al poder interpretarlo desde el lado laical por hombres y mujeres. Es algo que debemos al Pueblo de Dios.
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Evangelio: "Encuentro de Jesús con la Samaritana" (Jn 4, 1-42)
Jesús va al encuentro de una mujer pagana.
Él; varón, maestro sabio y ya conocido, judío practicante de su fe no le importa hablar con una extraña, pagana y enemistado su pueblo con el judío. Jesús le pide agua, tiene necesidad, quiere saber sobre esta mujer, quiere beber de su sabiduría. Sabe los cinco dioses a los que adoraba y el dios al que da culto en el momento. Los maridos de la samaritana son dioses-maridos, es decir, expresan una relación esponsal con dios. Los samaritanos eran un pueblo cambiante de dios con mucha facilidad, según sus necesidades y conveniencia. Aún así al maestro judío no le importa. Habla con ella de tú a tú, en larga y distendida conversación. Hombre y mujer en diálogo intelectual de gran altura, hablando sobre la Sabiduría que nos habita. Ante la inquietud que manifiesta la samaritana Jesús le da una buena noticia, le descubre donde está y donde adorar al verdadero Dios. Le descubre el tesoro de su interior, la verdad auténtica, el pozo de sabiduría (agua viva) que todos llevamos dentro, también ella a pesar de ser mujer, extranjera y pagana. El Dios auténtico lo llevamos todos muy dentro. En nuestra interioridad es donde encontrar ese pozo de sabiduría, Sabiduría que guiará nuestra vida. No importa el lugar pero sí ha llegado la hora de esta gran noticia. La Samaritana proclama la "buena noticia" entre su gente, misionera en su pueblo, entre los más cercanos. La "buena nueva" fue proclamada a plena luz del día. Por la Palabra de la samaritana creyeron los moradores de Sícar. Mujer principal y de buena fama debía de ser la samaritana para que todo un pueblo se acercara a escucharla. Después creyeron por el mismo Jesús que aceptó la invitación a quedarse durante dos días.
Reflexión: 1.- La Sabiduría de Dios que mora en el hombre y la mujer es necesaria para el
mundo.
2.- Una nueva forma de conocer y entender a Dios en el interior de cada uno. Una
religión interior y universal.
3.- El culto externo pierde importancia. Al Dios interior se le adora en cualquier
lugar y tiempo.
4.- La interioridad del Ser Humano por encima de todo.
5.- La Palabra de Dios en boca de la mujer tan necesaria y eficaz como la del varón.
El Evangelio siempre equilibrando. Si Jesús habla de Teología con Nicodemo también lo hace con la Samaritana. Los dos textos aparecen muy próximos. Equilibrio entre hombre y mujer. Si Nicodemo era varón importante (versado en leyes) también sería de relevancia en su pueblo la Samaritana pues de no ser así nadie la hubiese escuchado.
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Evangelio: "Las bodas de Caná" (Jn 2, 1-12)
Podríamos considerar el episodio de una boda en Caná de Galilea como la segunda parte o la continuación de la conversación de Jesús con la samaritana. Junto al pozo de Samaria Jesús se encuentra en tierra extraña y entre gente que le es hostil. Ahora en Caná lo hace con gente muy cercana a su pueblo, con personas que son familiares y paisanos, con judíos de arraigada fe, en presencia de sus discípulos. Por ello Jesús no habla sólo de agua, es decir, del Dios interior que todo ser humano porta, necesita avanzar más. Al encuentro con el mensaje del Maestro de Nazaret todo cambia, se transforma pues el amor revoluciona todo. Al encuentro con el amor, al llenar de amor nuestra vida, ese manantial de agua viva que llevamos se transforma en vino de calidad. Las vasijas de agua preparadas para el rito de purificación de los judíos son símbolo del ser humano, sagrado, lleno de divinidad. Los sirvientes equivalen a toda persona que a lo largo de nuestra vida contribuye a nuestra formación. El recinto humano, sagrado, es llenado de conocimiento y sabiduría a lo largo de nuestra formación pero si no descubrimos el amor, si no lo empapamos del amor, de nada servirá tanta sabiduría. Tenemos que transformar nuestra agua viva en vino de calidad. El encuentro con el Maestro nos adelantará el momento. María así lo hace. Según Jesús no era el tiempo, es decir, las personas no estaban preparadas pero María, la mujer, considera que sí, sí están preparadas, ella lo sabe bien y sabe también que su hijo está preparado para introducirlas en esa nueva sabiduría del amor.
Se nos repite con frecuencia "haced lo que él diga", así lo dice María pero los sirvientes obedecen a María y Jesús obedece a María, la mujer. Es la mujer quien comienza la formación de los seres humanos, es ella quien empieza a llenar la vasija y, es ella, quien introduce al ser humano en las relaciones afectivas desde la más tierna infancia. Jesús también lo aprendió de ella. La mirada atenta de María; su despliegue de autoridad, propio de una mujer segura de sí misma y con alta autoestima, salva la precariedad del momento. Aquellos novios, símbolo del amor de Dios por la humanidad saltaron de gozo ante la forma de actuar del maestro de Nazaret.
Si queremos transformar el agua viva del pozo de sabiduría interior que llevamos, llenemos nuestras obras de amor y quedaremos embriagados por un un vino de excelente calidad. Los maestros: María y Jesús de Nazaret.
Los
cristian@s tenemos necesidad de mirar el
Evangelio con otra mirada; la inteligente, la que integra, la que contempla a hombres y mujeres, la del amor. Sólo tenemos que desprendernos de viejos prejuicios y mirar hacia un horizonte amplio, limpio y luminoso, (
quien mira hacia atrás no sirve para el Reino de Dios, decía el Maestro de Nazaret). Quedarnos anclados en el pasado no es fecundo para los valores del Reino.
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Referente a la asignatura de "Cultura Religiosa"
Los
Profesor@s que se encuentren en posesión del título
"Licenciatura en Ciencias Religiosas" están plenamente capacitados para impartir la asignatura de
"Cultura Religiosa". En el contenido curricular de la carrera se encuentran materias ampliamente desarrolladas de: Psicología Religiosa, El Hecho Religioso, Pedagogía Religiosa, Historia de las Religiones, Sociología Religiosa, Filosofía de la Religiones,
Fenomenología Religiosa... Por todo ello son los profesionales titulados más capacitados para impartir esta asignatura. Son las Asociaciones de Profesores con el título de
"Licenciatura en Ciencias Religiosas" y los Sindicatos quienes deben dialogar con la autoridad competente para que puedan impartir la asignatura de
"Cultura Religiosa" en las mismas condiciones que otros profesionales reconocidos en la actualidad. La titulación
"Ciencias Religiosas" estudia principalmente las grandes religiones y su componente humano, sus causas y efectos, su influencia en la vida de los seres humanos y en la sociedad en general. Trabajemos todos juntos por la dignidad de los profesores de Religión, los padres que desean para sus hijos una educación integral y el alumnado hacia quienes va dirigida la enseñanza.
Humanizar la Mesa. La acción de "Bendecir la Mesa"
Confucio en sus
"Normas de piedad filial" da instrucciones a los hijos de que sirvan la comida de sus padres con
gentileza y respeto. En aquel tiempo, muchos hijos se limitaban a arrojarla sobre la mesa. ¡Hasta los perros y los caballos se les cuida de ese modo! exclamaba enfadado
Confucio. Si la comida se realizaba en un clima de respeto y puesta en valor de lo servido,
se hacía humana. El ritual que hacemos cuando nos disponemos a comer sirve para humanizar el acto de comer, para no hacerlo como animales. Vestirnos adecuadamente, sentarnos cómodos, lavarnos las manos...
Los ritos, decía
Confucio, sirven para
pulir y refinar nuestra humanidad. Uno de estos ritos es el de
"Bendecir la Mesa",
"Bendecir los alimentos" para
humanizar el acto de comer.
Los
cristian@s laicos tenemos muy olvidada nuestra
función "Sacerdotal", bien porque nos ha sido robada y ocultada o porque después de tantos siglos sin ejercerla casi ni sabemos que existe o nos corresponde. Ya los judíos cuando fueron deportados a Babilonia y sus sacerdotes abolidos, se consideraron un pueblo sacerdotal. Cada israelita era sacerdote de
Yavé. La carta a los Hebreos del
NT gira toda ella sobre el sacerdocio natural, el que Dios-Amor otorga a cada ser humano para que por medio de la creatividad y la sabia intuición pueda ejercerlo a perpetuidad.
Una de las tareas primordiales de este sacerdocio es la de bendecir; decir palabras hermosas y gestos sanadores que eleven a los seres humanos, que les recuerden su condición humana auténtica y plena, la que procede del amor, el perdón, la gratitud, la que atiende necesidades... Valores que nos humanizan.
Por todo ello
"Bendecir la Mesa" se puede transformar en una experiencia que
humaniza:
.Decir
palabras hermosas y hacer
gestos sanadores hacia los alimentos y las personas
. Dar gracias a la Madre-Dadora de vida por la abundancia recibida
. Los alimentos como don sagrado para compartir. Acordarnos de aquellos que carecen de
los alimentos necesarios y contribuir a remediarlo
. Humanizar la mesa para distinguirnos de lo animal, somos algo más que animales
. Sentirnos parte integrante de la humanidad más avanzada y plena dispuesta a ayudar a otros
. Sentirnos felices por lo que hacemos y tenemos
. Función Sacerdotal que eleva la
auto-estima, nos da paz, nos abre a la hospitalidad y al amor
fraterno. Crea vínculos de amistad y fraternidad.
Se necesita
agudéz psicológica, sensibilidad y una apreciación inteligente de cada
circunstancia (momento y lugar), es decir sencillez. El espíritu con el que se realice el rito de
"Bendecir la Mesa" se percibe en cada uno de nuestros gestos y expresiones que puede convertirlo en algo hermoso o en un insulto.
Se necesita que miremos cómo lo hacía el Maestro de Nazaret. Aquel grupo de Emaús lo reconocieron por su forma de bendecir los alimentos y de partir el pan. Se les abrieron los ojos, desde ese momento se hicieron más humanos. Su acción de bendecir los alimentos la encomienda para que la hagamos
tod@s en recuerdo a como él lo hacía.
sábado 10 de noviembre de 2007La Unidad de las Iglesias. EcumenismoUnidad entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa
María de Nazaret la Primera Discípula en todas las Iglesias
Católicos y Ortodoxos en pleno siglo veinte deberíamos ya de haber superado las dificultades y caminar unidos. El pueblo, que es sabio, los cristianos de a pié, sabemos que es mucho más sencillo de lo que parece a las jerarquías. En la actualidad las aulas son un arcoiris, un mosaico muy hermoso de personas. El profesorado se encuentra con un alumnado de varias religiones y todos conviven en armonía. Alumnado Ortodoxo y Católico comparten la clase de Religión en infinidad de Institutos. Unos dicen que fue Pedro el primero. Otros dicen que fue Andrés. Los dos son Apóstoles. Tanto los ortodoxos como los católicos vienen de una Iglesia Apostólica . La discusión final se centra en quien de los dos ostenta la primacía. Una diría que ninguno de los dos. Si somos fieles al Evangelio y a su verdad contenida, verdad histórica y de fe veríamos que antes de Pedro y Andrés fue María de Nazaret, la Madre de Jesús. María consiguió reunir al grupo disperso después de la Muerte y Resurrección del Maestro de Galilea. María consiguió unir y dar consistencia al grupo. Su liderazgo y respeto con referencia al grupo era importante. Especialmente quitó el miedo a unos discípulos desorientados, escondidos y pensando que todo había terminado. El grupo de mujeres con María al frente consiguió poner luz en medio de la oscuridad. Así nos lo cuenta el libro escrito por San Lucas "Los Hechos de los Apóstoles"
"Todos perseveraban unidos en la oración con algunas mujeres, con María, la madre de Jesús, y sus parientes"
(Hch 1-14)
En el alborear de la Iglesia Cristiana la autoridad y liderazgo de María, la madre de Jesús fue grande. Ella era la primera discípula, la primera en el grupo y la que dirigía. Su opinión era importante. Anular la autoridad de María es no ser fiel a la verdad evangélica. Desde muy pronto María de Nazaret fue considerada "Reina de los Apóstoles".
Si en las Iglesias Católica y Ortodoxa sus dirigentes se quitaran la máscara de soberbia (que les afea mucho, no les favorece nada), si tuvieran humildad académica, si fueran más leales a la verdad evangélica, si se acogieran a la mirada inteligente pondrían por encima de todo la autoridad de esta sencilla mujer, sabia por humilde y discreta, por su gran amor de mujer y madre. Si supiéramos perdonarnos mutuamente como enseñó Jesús y él lo había aprendido de sus padres, si nos dejáramos de disputas infantiles para saber quien manda más o quién fue el primero y mirásemos a la Virgen de Nazaret, el camino para la unidad entre las dos iglesias sería mucho más corto y gozoso. Ambas iglesias admiran a María pero les cuesta reconocer su liderazgo en la primavera de la Comunidad Cristiana.
Devolver la autoridad robada, anulada y escondida a María de Nazaret es algo que la cristiandad tiene pendiente. María es la primera discípula, la primera en la Comunidad Orante que nos guía por el sendero del amor por ser la primera en experimentarlo.
La mirada atenta, tierna y amorosa de Jesús descubre la necesidad de una mujer.
El Maestro de Nazaret protege y ayuda a una mujer
La Mirada Contemplativa de Jesús de Nazaret
El Director de Cine José Luis Garci termina su bella película "Canción de Cuna" con una frase con algo de magia y que puede sintetizar muy bien lo que entendemos por "Mirada Contemplativa":
"Saber mirar es saber amar"
La Contemplación es una dimensión del Ser Humano a descubrir y cultivar. Los educadores, comenzando por el núcleo familiar, tenemos la responsabilidad de contribuir a desvelar lo velado, a entrenar a hombres y mujeres desde la infancia en esta dimensión, ansiada por muchos y desconocida por otros.
Pierre Curie y Marie Sklodowska (Premio Nobel, María por dos veces) extendieron esa mirada contemplativa por el estudio del Ser Humano, descubriendo necesidades y dando frutos para el Bien de la Humanidad. Muchas personas lo hacen en su día a día. Marie habló así de su marido Pierre:
"Fui golpeada por la expresión de su mirada clara y por la ligera apariencia de abandono de su alta estatura. Su voz, un poco lenta y reflexiva, su simplicidad, su sonrisa a la vez grave y joven, inspiraban confianza."
Pierre y Marie Curie una pareja de laicos contemplativos. Con demasiada frecuencia se nos pone de modelos a personas de la vida monacal o religiosa pero muchos laicos viven su dimensión contemplativa, desplegando la mirada amorosa y cuidadosa, todos los días de su vida sin hacer ruido aunque sus acciones, a buen seguro, repercuten favorablemente en aquellos que les rodean. Desprenden una energía especial, su alegría serena lo llena todo. Son el esplendor de lo sencillo y cotidiano.
Contemplar es entrenar la mirada para que se desarrolle por el sendero del amor. Es un aprendizaje continuo. Al principio necesitará esfuerzo y atención pero el hábito y la constancia lo convierten en algo natural. Es un pasear por la Creación asidos de la mano cual pareja de enamorados; el otro/a, aquello que sale a nuestro encuentro: La inmensidad del mar, un esbelto árbol, una simple violeta, el mendigo de la calle, una alumna de clase, un viñedo o aquellos lirios del campo con los que se encontraba Jesús de Nazaret en sus desplazamientos. Son los pájaros y los ancianos sentados en una banco del parque...Todo, esplendor de la realidad inmediata y cercana. Pasear por la vida gozosos y esplendorosos, siendo estrellas en la tierra para disipar tinieblas.
La mirada que conoce el amor. La mirada que descubre necesidades. La que sabe ponerse en el lugar del otro. La mirada de la persona orante. La mirada de la experiencia. La mirada que sabe estar con el otro. La mirada de un espíritu libre. La mirada que tranquiliza, sosiega, serena, nos devuelve la calma y hace olvidar la ansiedad. La mirada que nos hace ser más personas y más humanos. La mirada de la auténtica sabiduría. Con esta manera de mirar del Maestro de Nazaret pudieron decir: "Pasó haciendo el bien". Con aquella mirada de María de Nazaret de la que profetizaron: "Te felicitarán todas las generaciones". Sabiduría derrochada para contribuir al bien de la humanidad. Mirada inteligente la que pasea con el amor.