jueves, 22 de noviembre de 2007

"Adviento"

-Tiempo de Adviento-
Termina el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey y comienza el tiempo de “Adviento”.
Adviento es Tiempo de Sabiduría, la auténtica, la que se extiende por el sendero del Amor. Nos preparamos de un modo especial al nacimiento de Dios-Amor. Presencia festiva para recordarnos con toda intensidad, que el Dios-Amor a quien elevamos nuestras súplicas y en quien creemos, es un Dios que nace todos los días en cualquier lugar del Universo, especialmente en la mente y el corazón de cada uno de nosotros. Dios nace donde nuestras obras y nuestras palabras lo proclaman, donde se va más allá de un hermoso regalo.

La palabra “Adviento” no significa espera como muchas veces se nos dice. “Adviento” es una traducción de la palabra griega Parusía que significa “Presencia” o “Llegada”, es decir una presencia o llegada comenzada pero sin ser total. El Reino de Dios ha llegado donde el Amor se hace presente por medio de la justicia y la paz, atendiendo las necesidades humanas, especialmente de los más necesitados en cualquiera de sus dimensiones (espiritual, material, sociológica…) pero todavía nos queda mucho para que sea realmente pleno y esplendoroso. La presencia de Dios ha comenzado, está en nosotros pero está en proceso de crecimiento y maduración. A nosotros nos toca preocuparnos del cuidado de esa maduración y crecimiento para que llegue a su esplendor. Por ello, el cristiano mira con la mirada inteligente, la mirada del amor al Dios presente en toda la Creación y al mismo tiempo Quien está por venir en su hermosura más esplendorosa.
Adviento también es tiempo de sanación. Escuchar y aceptar el mensaje de Jesús y María supone replantearnos la vida, lo que hacemos y somos. Significa sanar, restablecer la relación armoniosa social y el lugar que la persona tiene en la sociedad. Y al sanar no podemos seguir igual, pasamos a formar parte de la vida plena y gozosa que oferta el Maestro. Entramos en el nuevo paradigma de la "Buena Noticia". Aquellas primeras mujeres del Evangelio a las que Jesús sanó cambiaron de vida y se lanzaron a proclamar con el Maestro el mensaje de Amor. Sus vidas cantaron esplendorosas.

Cultivar nuestra interioridad, madurar en el amor a la Creación nos ayudará a reconocer con mayor facilidad el Dios externo que sale a nuestro encuentro en el otr@. Él anciano Simeón del Evangelio necesito toda una vida entrenando la mirada amorosa para poder reconocer a Dios en un niño. La Profetisa Ana cuando reconoció a Dios en aquel niño sólo le quedó hacer una cosa: ponerse a cantar y alabar, hablar de las maravillas del Amor. El seno de Isabel saltó de alegría cuando vio que Dios en María llegaba a su casa. Isabel era una mujer de oración y contemplación.
Ante un mundo de dolor, hambrunas y demás miserias humanas tenemos la certeza de que el Amor florece en pequeños reductos y de que es posible sonreír. El grano de mostaza, la sal y la luz están presentes y trabajan sin hacer ruido. La Belleza-Verdad-Bondad destacará siempre. Cada uno de nosotr@s será un nuevo Cristo y María de Nazaret para hacer presente la luz de su Reino, así contribuiremos a la felicidad de los seres humanos más próximos a nosotros. De forma extensiva seremos eficaces en el bien de la humanidad.
En la fiesta de la Presentación de María de Nazaret y Nuestra señora de la Paz


Una Enfermera, al leer el comentario de Adviento, me pide que incluya su aportación y así lo hago:
"Desde aquí un homenaje a todas las mujeres cuidadoras en esta época de Adviento: mujeres que con gestos sencillos, con una palabra, con una sonrisa, con un gesto de amor, herencia viva del Reino de Dios, porque cada persona puede ser profeta y éstos signos hacia los demás se transforma en flores y nuestra sociedad dejará de ser ese desierto porque Adviento es tiempo de conversión… ¿qué estamos dispuestos a cambiar? Juan el Bautista es "Voz que grita en el desierto" símbolo de insatisfacción humana. Enderecemos nuestras sendas".
- Nuria de Argila-
Las Enfermeras con sus "Cuidados Profesionales", de Calidad, son Profetas en medio de un mundo violento. Ellas anuncian la Paruxia cultivando una Cultura más avanzada. Un mundo mejor que está llegando. Las Enfermer@s hacen presente aquí y ahora ese Reino de Dios.