Evangelio: Conversación de Jesús con Marta y María. Lucas (10,38-41)
Durante muchos siglos este Evangelio sirvió de ejemplo para hablarnos de la dicotomía, vida activa y vida contemplativa. Dicotomía no muy acertada pues separar lo que está unido por naturaleza y humanidad no suele dar buenos resultados. Dicotomía que nos ha llevado, en el presente, a olvidar y no desarrollar en muchos cristianos laicos la Dimensión Humana de la Contemplación. Por otro lado, nos ha llevado también a esconder la Contemplación, y como consecuencia, no entender bien la labor fecunda de tantas monjas y monjes en la actualidad. Unos y otros hemos salido perdiendo. En muchas ocasiones se utiliza este pasaje para ensalzar la hospitalidad y con ello se desvía el tema central de la "Buena Noticia" en este episodio.
Lo que el Evangelista Lucas nos presenta en este extraño y sorprendente diálogo del Maestro de Galilea en casa de sus amigas: Marta y María, es la controversia que se presentaba en las comunidades que Lucas conocía y visitaba. Controversia entre el Ministerio de la Palabra y el Ministerio de la Diakonía. Tiene como protagonistas a Jesús con las dos mujeres. Marta aparece como la primera protagonista; mujer principal de aquel lugar, anfitriona que recibe a Jesús y los discípulos que le acompañan, es decir, recibe en su casa a la primitiva Comunidad Itinerante. Los dos Ministerios, en tiempos de Lucas, estaban en debate.
Debemos de ir a Lucas en su escrito de "Hechos de los Apóstoles" (6, 17) donde ya presenta el mismo tema. Los Apóstoles deciden que ellos se dedicarán al Ministerio de La Palabra, proclamar el Mensaje del Reino de Dios. Para que no quedara desatendida la Mesa Fraterna y las Viudas y demás miembros necesitados de la Comunidad (los helenistas acusaban a los judíos del abandono de las viudas) deciden nombrar a siete varones para el Ministerio de la Diakonía.
En el relato de Marta y María en conversación con Jesús, ante la queja de Marta por el acúmulo de trabajo y el desentendimiento de María, a favor de Enseñar y Proclamar la Palabra como discípula aventajada, queja muy justa, el Maestro interviene poniendo cada cosa en su lugar. Servir la Mesa Fraterna y atender a los pobres y viudas es importante y necesario pero más lo es "Anunciar la Palabra de Dios", extender el "Mensaje de Amor", contribuir a hacer presente aquí y ahora el Reino de los Cielos, traer Paz y Justicia a las gentes. Cambiar el pensamiento, cambiar el paradigma por otro que haga una sociedad donde hombres y mujeres puedan vivir más felices. Por otro lado, Jesús llama la atención a Marta, de forma cariñosa, abriéndole un campo sugerente y atractivo al estudio, la reflexión, la importancia de cultivar el intelecto... Llama su atención hacia un proceso creativo sin límites. Sumergirse por medio del estudio en la creatividad de la Sabiduría interior. Un campo totalmente ajeno a la mujer de aquel tiempo. Un campo de Maestra en la auténtica Sabiduría. Esto sí que es una Buena Noticia para la humanidad, la sabiduría de la mujer, algo difícil de apreciar en tiempos de Jesús.
Si en los "Hechos de los Apóstoles" Lucas presenta el tema entre varones aquí lo hace entre mujeres y con la autoridad del Maestro. Tanto hombres como mujeres son importantes en la Diakonía y en la Palabra. Los dos Ministerios son necesarios pero Jesús deja muy clara su postura sobre cual es el primero. El "Mensaje de Amor" necesario para la "Sanación de la Humanidad", lo primero. La Felicidad, Salvación de los Seres Humanos, lo primero.