(Mateo 10, 27)
Cada vez que me acerco al pueblo donde nací para disfrutar de unos días de descanso, al encontrarme con sus gentes, sale a "relucir" el mismo tema con demasiada frecuencia: "La iluminación del templo parroquial". Un templo bellísimo, todo en piedra, piedra desnuda sin pintura ni adornos que escondan tan genuina piel. Se ha gastado mucho dinero en la nueva instalación eléctrica para que luzca en todo su esplendor. La Concejal de Cultura del anterior Consistorio, Dª. Amparo Roldán, se ocupó de que sus laboriosas gestiones llegaran a buen puerto. Aquel Domingo de Resurrección en que, a prueba y por ser tal día lo vimos encendido, los afortunados que presenciamos el evento quedamos extasiados, hubiéramos dicho que estábamos en el "Monte Tabor". Maravillas de la ciencia y del trabajo humano. Poco duró, nunca más volvió a resplandecer con tanta intensidad. Hoy, algunas luces se encienden pero muy pocas, no sabemos bien el motivo, parece ser que el gasto aunque creo que ésto es sólo un pretexto. No voy a entrar en la discusión de si es necesario iluminarlo en ceremonias y días importantes o si con la cantidad de luz que se utiliza es suficiente. Cada uno sabe lo que pasa en su casa y serán los habitantes del pueblo los que deberán tomar decisiones que atañen a tan entrañable y casi mítico monumento, el más emblemático que caracteriza al pueblo y sus moradores, signo y seña de los alrededores. Serán los cristianos del lugar quienes decidan si quieren un templo que sea casa de oración y lugar de referencia del "Monte Tabor". No debemos olvidar que el nombre del templo es: "El Salvador" pero también de la "Transfiguración". Un espacio donde se hace viva la fe de un pueblo caminando hacia un futuro esplendoroso. Un pueblo que vive en "era de gracia" por ser constructores de un Reino Nuevo. Un pueblo que vive exaltado por una "Buena noticia" tan novedosa que escandaliza. Noticia amorosa para ser transformados en la hermosura de Dios. Estar vivo y atisbar el futuro es trabajar en el presente con ahínco, tesón, fuerza... Los pequeños símbolos, las acciones generosas, la excelencia en el trabajo cotidiano, muestra de ello.
Hoy el templo sigue siendo reducto y monopolio de los Sacerdotes Ordenados. Los laicos poco decimos por mucho Consejo Parroquial (consultivo) que tengamos ya que en la mayoría de las parroquias no llega ni a éso, consultivo. Se olvida que somos una Comunidad Sacerdotal como nos dice la Carta a los Hebreos. Sí quisiera hacer alguna reflexión sobre la iluminación del templo a la luz del Evangelio, expresión que viene muy a colación, y que puede aplicarse a cualquier templo y no sólo al de un lugar determinado. El Evangelio; algo que sí nos importa a los laicos, cristianos o no cristianos, pues el Evangelio es un mensaje Universal para todos, va dirigido a hombres y mujeres a los que Dios ama tanto. Es la proclamación de un Dios Universal que ama a la Humanidad y la exalta.
Hoy el templo sigue siendo reducto y monopolio de los Sacerdotes Ordenados. Los laicos poco decimos por mucho Consejo Parroquial (consultivo) que tengamos ya que en la mayoría de las parroquias no llega ni a éso, consultivo. Se olvida que somos una Comunidad Sacerdotal como nos dice la Carta a los Hebreos. Sí quisiera hacer alguna reflexión sobre la iluminación del templo a la luz del Evangelio, expresión que viene muy a colación, y que puede aplicarse a cualquier templo y no sólo al de un lugar determinado. El Evangelio; algo que sí nos importa a los laicos, cristianos o no cristianos, pues el Evangelio es un mensaje Universal para todos, va dirigido a hombres y mujeres a los que Dios ama tanto. Es la proclamación de un Dios Universal que ama a la Humanidad y la exalta.
1.- Al banquete, comparado con el Reino de Dios, hay que ir vestido de fiesta; adornado de las mejores cualidades, talentos que Dios-Amor (el Novio) nos ha regalado. También el templo que acoge a la Comunidad, invitados al banquete que da el Novio, debe engalanarse. El Novio es un buen anfitrión y así lo quiere.
2.- En las bodas de Caná, María de Nazaret se encargó de que nada faltara. Ante la falta de previsión del vino las tinajas nuevamente se llenaron.
3.- La casa de Zaqueo se transformó, se transfiguró diría una, ante la presencia de Jesús para compartir la comida. Todo fue abundancia y derroche.
3.- La casa de Zaqueo se transformó, se transfiguró diría una, ante la presencia de Jesús para compartir la comida. Todo fue abundancia y derroche.
4.- La mujer cananea suplicó y, ante su inteligente explicación, pudo conseguir del Maestro que la escuchara. La respuesta de Jesús fue de lo más generosa y poco frecuente de oír por una mujer: "Sea como tú quieres". Muchas dificultades han tenido y tienen las mujeres para hacer lo que piensan y sueñan pero el Maestro de Nazaret es diferente y mucho más avanzado que la gente de su tiempo, quiere que se cumpla su deseo tal y como ella lo concibe en su pensamiento.
5.- Aquella mujer que derramó un tarro de perfume, del más caro, sobre la cabeza de Jesús, no reparó en lo que costaba. Derrochó todo lo que pudo y más.
6.- En aquel banquete campestre, los panes y peces sobraron tanto que se pudieron llenar cestos.
Donde María y Jesús, los de Nazaret, hacían acto de presencia todo se transformaba: luz, colores, risas, alimentos, perfumes, talentos, el lago... sobreabundancia, derroche y despilfarro. El Reino de Dios es un Reino de abundancia.
Y por qué no hablar del "MONTE TABOR": esplendor de luz, blancura a raudales, vivir en la punta de la luz... El templo de La Roda estaría bien que fuera signo de todo ello. La iluminación un acercamiento al esplendor de Dios-Amor. Un sueño para quienes lo contemplan desde fuera. Una aventura para quienes se atrevan a entrar en su interior. Don Alonso Quijano se sentiría atraído por su esbelta belleza llena de luz dorada. Así el templo de La Roda, una referencia que haga vivir a quienes lo contemplan, en la punta de la luz. Un imán de luz que haga honor a su nombre, TRANSFIGURACIÓN.